miércoles, 10 de septiembre de 2008

Consejos para evitar la epicondilitis.

Por último es importante destacar que este tipo de lesiones suelen tener un curso crónico y es de suma importancia para desligar este tipo de lesión de forma definitiva, tanto con la corrección de la técnica y la correcta elección del material con el cual se trabaja en este deporte.
Es importante tener en cuenta:
1) El material de la raqueta, ya que existen hoy en día raquetas de materiales muy livianos que llevan a una mayor vibración de la misma. Está comprobado que las raquetas de grafito son las que generan menor vibración, y el uso de un antivibradores también es útil en algunos casos.
2) El tamaño de la raqueta puede mejorar los síntomas, se recomiendan raquetas de tamaño medio ( 95 – 110 pulgadas)
3) El Grip debe estar medido y adecuado a la mano de cada jugador, al cerrar la mano debe quedar 1 dedo por debajo de la misma y un dedo desde la punta del dedo mayor hasta la base de la mano. El uso de muchos cubregrips hace que la mano no llegue a cerrarse en forma correcta y lleva a basculaciones de la mano que derivan en lesiones.
4) El encordado de Nylon es el que genera menor vibración. La tensión con la cual se encuerdan las raquetas puede variar, aunque lo que se recomienda es poner lo más cercano a la tensión baja que la raqueta permite.
5) Conviene corregir los gestos técnicos para reducir el exceso de carga sobre el antebrazo por una mala ejecución. Los entrenadores más expertos insisten frecuentemente en que, para prevenir el codo de tenista, debe prestarse especial atención a la ejecución correcta del golpe de revés.

Tratamiento quirúrgico

En los casos más serios (solo el 8%), se debe acudir a la cirugía reparadora, para eliminar el tejido dañado y reinsertar las estructuras músculo-tendinosas. En cuanto al criterio quirúrgico, podemos establecer que la cirugía solo es necesaria si la epicondilitis no responde al tratamiento conservador. La técnica no es tan eficaz como en muchas otras intervenciones y no se recomienda a menos que se haya completado un programa adecuado de tratamiento kinésico.
La intervención consiste en la liberación de una parte de la inserción ósea del tendón. Esto disminuye la tensión del tendón y permite que mejore la vascularización de los tejidos, necesaria para el proceso de cicatrización. Tras la cirugía, es conveniente continuar con los ejercicios de estiramiento y potenciación para prevenir recidivas. La recuperación completa se consigue generalmente entre seis semanas y cuatro meses.

Infiltración


El paciente se coloca sentado con el codo flexionado a 90º y la mano en pronación. La infiltración se realiza en el punto de máximo dolor, directamente sobre el epicóndilo con aguja de bisel largo y se practican, mientras se inyecta el líquido, diversas punciones en el periostio a modo de escarificación. Se utiliza una mezcla de corticoides y un anestésico local. No se deben de poner más de 2 cc de líquido, pues aumenta el riesgo de efectos secundarios locales (atrofia subcutánea y cambios en coloración de la piel).
Se produce una mejoría importante en el plazo de 2-6 semanas

Tens


Lo mejor es comenzar por la modalidad convencional de 100 Hz. a intensidad de sensación. Se puede aplicar un electrodo sobre el punto de dolor (algo distal al epicóndilo), a los lados, en sentido longitudinal, o el par aproximadamente sobre el nervio radial o en el dermatoma C-5/C-6 en el borde radial del antebrazo.

Ondas de choque, Laser




Aunque la experiencia es limitada se ha publicado que con 3000 impulsos de 0.08 mJ./mm­­­2 se produce una analgesia significativa en ondas de choque
El laser no presentó resultados significativos, no se observa ninguna eficacia

Ultrasonido.




En general es mejor el ultrasonido pulsado en dosis de hasta 1.5-2.0 W/cm2, durante 5-10 min. Un cabezal pequeño permite una aplicación mejor sobre la superficie curva de la zona.

Fortalecimiento






Estos ejercicios deben realizarse únicamente cuando se ha recuperado la flexibilidad mediante los estiramientos.
Realizar flexiones y extensiones de la muñeca (rápido hacia arriba, lentamente hacia abajo). Hacer dos tandas con 20 ó 30 repeticiones cada una.

Elongación y estiramiento




El tercer componente del tratamiento no quirúrgico consiste en estiramientos de los músculos y tendones afectos. Generalmente esto se hace después de que los pasos anteriores han conseguido que disminuya el dolor.
Deben realizarse ejercicios de los extensores, flexores de muñeca y supinadores. Son estiramientos mantenidos durante 25-30 segundos, 5-6 veces al día.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Crioterapia


Aplíquese hielo después de los periodos de ejercicio/trabajo para reducir la inflamación y conseguir un alivio temporal del dolor. Mantener el hielo durante 15-20 minutos.

MASO-CRIOTERAPIA
Hielo y masaje de fricción: Se puede usar para disminuir la inflamación y promover la cicatrización de los tendones inflamados. El hielo provoca la constricción de los vasos de superficie; la fricción los dilata. Para aplicarse el masaje con hielo, llene un vaso de plástico con agua y métalo en el congelador. Recorte la mitad superior del vaso de plástico. Masajee suavemente la zona dolorosa con el hielo duante cinco minutos.
Para el masaje de fricción, use las yemas del los dedos pulgar o índice. Frótese sobre el área dolorosa. Comenzar con una ligera presión y poco a poco ir aumentando hasta aplicar una presión firme. Continuar el masaje durante 3-5 minutos. Alternar el hielo y el masaje, siempre terminando con la aplicación de hielo de forma que el área afecta no se quede inflamada. Repetir 2 ó 3 veces al día.

Profilaxis

  • Disminuir o en lo posible anular las actividades causantes de dolor.
  • Modificar aquellas actividades que agravan el dolor
  • Disminuir el tiempo o intensidad de la actividad
  • Realizar descansos y estiramientos

Otros métodos de protección son la utilización de una codera elástica o una férula de muñeca y ocasionalmente la inmovilización con yeso. Un programa de estiramientos puede ser útil por disminuir la tensión del músculo sobre el tendón afecto. Los estiramientos incluyen el brazo afecto, así como el cuello, parte superior de la espalda y hombro, mano, muñeca, antebrazo y tríceps.El segundo componente del tratamiento no quirúrgico se dirige a disminuir la inflamación del tendón. Esto puede conseguirse con hielo, distintas modalidades de fisioterapia, medicación antiinflamatoria e infiltraciones con corticoides.
Aplíquese hielo después de los periodos de ejercicio/trabajo para reducir la inflamación y conseguir un alivio temporal del dolor. Mantener el hielo durante 15-20 minutos.

Tratamiento Kinésico

El tratamiento y la rehabilitación de éste tipo de patología, puede ir desde un tratamiento incruento, hasta un tratamiento con única solución quirúrgica.
Al llegar estos pacientes a nuestras manos, recorrieron varios centros médicos tratando de buscar una respuesta a este dolor insidioso causado por la epicondilitis. El médico siempre suele dar un tratamiento que consta de reposo, AINES y hielo varias veces durante el día, pero en muchos de estos pacientes el dolor no cede y llegan a nuestras manos.
Podemos dividir la Rehabilitación en 3 fases a grandes rasgos:
1: En esta fase los objetivos principales van a ser disminuir el dolor y la inflamación
2: En esta fase el objetivo nuestro es mejorar la movilidad y la flexibilidad para luego comenzar a aumentar la fuerza muscular. En una primera instancia con contracciones lentas y suaves de los músculos extensores en forma analítica y luego de todos los músculos de la región tratando de reestablecer un correcto equilibrio muscular.3: Mejorar la fuerza muscular hasta reestablecer los valores previos a la lesión, teniendo en cuenta el mecanismo que desencadenó a la misma.

Diagnóstico




El diagnóstico es clínico. Los síntomas tienen un comienzo generalmente insidioso, más raramente agudo. El paciente se queja de dolor en epicóndilo irradiado de forma difusa al antebrazo que le impide hacer ciertos movimientos cotidianos (dar la mano, levantar un peso, empuñar la raqueta...). Puede haber una ligera tumefacción y aumento del calor local. La palpación local del epicóndilo es dolorosa sobre la inserción muscular
Examen físico: Dolor a la presión en el epicóndilo lateral ( Fug. 1). Con el antebrazo en contacto con la mesa y el codo extendido a más de 90º, la muñeca en flexión con la mano cerrada en pronación pendiendo fuera del borde de la mesa; la extensión de la muñeca contra resistencia es dolorosa en el epicóndilo ( Fig. 2, Test de Mills) .Los movimientos de extensión y de supinación resistida de la muñeca con el codo en extensión son dolorosos en el epicóndilo.

martes, 2 de septiembre de 2008

Epicondilitis.





La lesión más habitual entre los tenistas se denomina en lenguaje médico epicondilitis lateral. Se trata de un síndrome doloroso, y es una patología tan frecuente en el deporte de la raqueta que, ya desde hace décadas, los traumatólogos se refieren a ella denominándola simplemente como codo de tenista.
Correctamente debemos decir que es una Entesitis (lugar de inserción del ligamento o tendón al hueso, y se divide en 4 zonas) diferente a al Entesopatía que es una enfermedad por cambios degenerativos con fibrosis de la entesítis
La Epicondilitis se manifiesta por un dolor localizado en la inserción de los músculos epicondíleos, sobre todo extensores, que aumenta con la presión local sobre el epicóndilo (o un dedo por debajo), por la extensión activa de la muñeca y por su flexión pasiva. La causa de la lesión puede ser : tendinitis, bursitis o periostitis de diversas etiologías.
La Epicondilitis se manifiesta por un dolor localizado en la inserción de los músculos epicondíleos, sobre todo extensores, que aumenta con la presión local sobre el epicóndilo (o un dedo por debajo), por la extensión activa de la muñeca y por su flexión pasiva. La causa de la lesión puede ser : tendinitis, bursitis o periostitis de diversas etiologías.

Se produce tras reiterados movimientos de pronación y supinación de la mano con el codo en extensión, que ocurren en el curso de ciertas actividades profesionales o laborales: jugadores de tenis (mala técnica del golpe de revés).
La tracción de los músculos epicondíleos sobre su inserción perióstica produce una inflamación traumática que hace dolorosos los movimientos de extensión y supinación del codo.